Cada vez son
más los food-trucks que aparecen en puntos
estratégicos de la ciudad de Mérida. Este concepto de comida rápida que se
ofrece en remolques y camiones es relativamente novedoso, toda vez que se tiene
registro de su existencia a partir la década de los 90 cuando comenzaron a
formar parte integral del paisaje urbano en ciudades como Londres, París y
Nueva York. No se trata de los simples carritos de hamburguesas o hot dogs que conocemos desde hace
siglos, sino de pequeños establecimientos de comida creativa, exótica o de
fusión con precios relativamente accesibles.
En días
pasados en el puerto de Progreso se realizó la convivencia familiar denominada
Atardecer sobre el mar, y ahí tuve la oportunidad de conocer dos de estos
camiones. El evento, organizado por la Presidencia Municipal y la
Administración Portuaria Integral, consistió en el libre acceso de peatones a
los dos primeros kilómetros del muelle fiscal o “viaducto de arcos”. En la
explanada de acceso fueron instalados una tarima de música en vivo, dos food-trucks, un puesto de ensaladas
y otro de smoothies y refrescos.
Foto tomada del Facebook de Dioniso
Al final del
paseo por el muelle me dirigí al Dioniso Food Truck que ofrece gyros (panes de pita rellenos con carnes
de cerdo o cordero y vegetales) y hamburguesas “griegas” con precios que van de
los 50 a los 85 pesos. Como vi que estaban muy atareados y tardarían algunos
minutos en entregar la orden que pedí, me dirigí al otro camión de comida
denominado El Comino, cuyo menú es de tacos de barbacoa y chicharrón prensado
en salsa verde, así como pequeñas tortas de chorizo argentino, cuyos precios
varían entre los 60 y los 70 pesos. Ahí encargué una orden mixta de cuatro
tacos y me fui al puesto de refrescos a comprar un agua de chaya con limón a 15
pesos.
Para no
hacer largo el cuento, resulta que los de Dioniso tenían un pequeño desastre en
la entrega de órdenes, el cobro de cuentas y la identificación de sus clientes,
a pesar de que no eran muchas las personas que tenían que atender y contaban
con suficiente personal dentro y fuera del camión. El tiempo de espera fue
demasiado, pero hay que reconocer que la comida, finalmente, estuvo deliciosa.
La presentación fue agradable, el sabor auténtico y la porción abundante, al
grado que me arrepentí de haber pedido los tacos.
Los de El
Comino, en cambio, estaban mejor organizados y su servicio fue bastante ágil,
lo cual es comprensible porque los guisados que ofrecían ya estaban preparados
en sus respectivas ollas y, en cuestión de actividad, los cocineros solamente tenían
que asar los chorizos; lo demás era puro montaje: preparar los tacos y armar las
tortas. Si bien el menú no tiene mucho de creativo, ni de exótico, ni de
fusión, la barbacoa y el chicharrón estaban muy buenos y las tortillas
aguantaron con dignidad el tiempo antes de ser devoradas, pues primero comí el gyro.
La ubicación
de estos camiones de comida en Mérida puede ser consultada a través de las
redes sociales Facebook y Twitter.
Foto tomada del Facebook de El Comino
Para degustar
El Cardenal
Cantina invita a su IV Prueba de cervezas
artesanales que se llevará a cabo el miércoles 20 de agosto, a partir de
las 19 horas, en su tradicional local ubicado en la esquina de las calles 63 y
70 del centro de Mérida. Se contará con la presencia del maestro Yanick Gil,
creador de la Cerveza Amatista. La cata tendrá un costo de 200 pesos por
persona y no se requiere hacer reservación.
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